domingo, 2 de junio de 2013

Este muchacho se ha vuelto loco, loco, loco

Así que Orestes, todo aputasado, se fue para Delfos, todavía perseguido por las erinias. Cuando digo "aputasado" es porque Apolo le puso una rama de laurel entrelazada con lana y una girnalda de flores, para demostrar que estaba bajo su protección. Era la putita de Apolo.
La sacerdotisa pitia se pegó flor de julepe cuando lo vio con las manos - todavía - manchadas de sangre (se ve que todavía no existía el "Espadol") y con las asquerosas erinias alrededor. Pero Apolo la tranquilizó.

Apolo: - Si, le dije que era mi putita. Que yo lo defendía.

Orestes - tras un período de destierro - tenía que ir a Atenas y abrazar la imagen de Atenea, quien anularía la maldición.
Aprovechó que las erinias estaban roncando y se las tomó.
Pero apareció el espíritu de Clitemestra y las reprendió:
- ¡Pelotudas! Yo, que les hice libaciones con vino y toda la pindonga... ahora se duermen!!! Vayan a buscar al bufarra ese, carajo!
Y las erinias salieron rajando a perseguir a Orestes.
Apolo las amenazó con sus flechas, pero las erinias le hicieron el clásico gesto de:"Agarramelá".

Apolo: - Los pibes del barrio me siguen delirando por eso...

El destierro de Orestes duró un año. El pobre infeliz se la pasó perseguido por las erinias, purificándose con sangre de cerdo (como Carrie) y agua corriente. Pero esas purificaciones mantenían a las erinias alejadas un rato nomás. Así que - con tanta malaria - a Orestes le empezó a chiflar el moño.
Dicen que hay una piedra llamada: la piedra de Zeus el Aliviador, que - según dice - le calmaba la locura. Vaya a saber qué contenía la piedra.

Dr. Freud: - Clonazepam...

Zeus: - No... era "flor de piedra"...

Dr. Freud: - Está hablando del faaaaaassoooo

Willie Shakespeare: - ¿Compartimos un cigarrito de opio los tres?

Zeus: - Seee... traé el tuquero, pirata.


También hay otro monumento, ahí cerquita (y agradezcan que no les cobro el City Tour) "El Santuario de las Diosas Locas" (tranquilamente podría ser una película de Olmedo y Porcel) y un pequeño túmulo, coronado por un dedo de piedra, que se llama "La Tumba del Dedo" (si, una hemorragia de creatividad). Eso señala el lugar donde Orestes, con un ataque de locura se arrancó un dedo de un mordisco para aplacar a las diosas negras. La cuestión es que algunas de estas diosas se volvieron blancas, entonces Orestes recuperó el juicio. Iupi.  

Willie Shakespeare:  - Así va a terminar Lilita... morfándose su propio dedo. Por glotona y loca.

Dr. Freud: - Hablando de eso... me pintó el bajón...

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